Las calles se tiñieron de colores, la bandera multicolor representativa del movimiento se encontraba por todos lados. Según los organizadores del Desfile del Orgullo Gay fue el más grande en sus 46 años, donde se estima que participaron unas 20.000 personas. En unos días muy difíciles que debe atravesar la comunidad luego de la terrible masacre que sufrió en Orlando, no evitó que Estados Unidos se inundara de mensajes de amor, de respeto y derechos para todos, sin distinciones. 

La dueña de la discoteca Pulse, Barbara Poma, que hace dos semanas sufrió el terrible ataque, que dejó al rededor de 50 personas muertas, estuvo presente también en el desfile, pero prefirió no hablar con la prensa. 

Una marcha donde se respetaron todas las opiniones, incluso la de los religiosos que se hicieron presentes. Mostraban pancartas con las siguientes frases: "Arrepiéntanse y apartensé del pecado" y "Jesús murió por el pecado" entre otras.

En Orlando se realizó un minuto de silencio y el  gobernador de estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció que nombró a una comisión integrada por 10 personas para que antes de fin de año digan cómo será y en dónde estará localizado el monumento con el cual se recordará a las 49 víctimas de la masacre a disparos más grande en todo Estados Unidos.

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También estuvo presente la candidata a la presidencia de Estados Unidos por el partido demócrata, Hillary Clinton para brindar su apoyo en la lucha.