El ministro de Economía británico, George Osborne, anunció un fuerte ajuste en la economía de su país, argumentando esa decisión sobre la base de "los riesgos de no contener el gasto público".

El ajuste implica una reducción en el gasto público de 51.800 millones de euros  (unos 57.809 millones de dólares) para los próximos cinco años, basando ese achicamiento del Estado en la situación a la que llegó Grecia.

La primera fase del ajuste implica un recorte en la asistencia social por 16.800 millones de euros en el próximo trienio: entre otras cosas, elimina la ayuda de vivienda para menores de 21 años y la transformación en préstamo de la beca de manutención otorgada a universitarios sin recursos.

Según informa Página 12, además se rebajará de 36.400 a 32.200 euros en Londres la cantidad máxima que una familia puede pedir en ayudas estatales, mientras que los ciudadanos que perciban un piso de ingresos y habiten en viviendas sociales deberán pagar un alquiler a precio de mercado.