La tumba del ex presidente chileno Eduardo Frei volvió a ser abierta por las autoridades chilenas acompañadas por el juez Alejandro Madrid y el forense español Aurelio Luna en la mañana de hoy en el cementerio de Santiago. 

Luego de unas primeras pruebas fallidas, tomadas en 2006, la extracción busca determinar si la muerte del expresidente  a causa de una infección inducida por toxinas mientras se recuperaba de una operación de hernia no fue en realidad un magnicidio perpetrado bajo las órdenes del dictador Augusto Pinochet. 

Los análisis forenses previos ya habían revelado la presencia de gas sarín en los huesos del exmandatario, a pesar de lo cual Alejandro Madrid ordenó archivar la causa hasta que finalmente, en mayo último, la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó que se reabra. 

"Tendrán que realizarse los exámenes pertinentes con las tecnologías avanzadas que existen ahora en Europa, ese es el objetivo", indicó el juez a cargo de la causa.