El río Sena, desbordado en algunos tramos de París, alcanzó este lunes 29 de enero del 2018, un máximo de cota que mantiene a toda la urbe en plena alarma. 

El río que recorre de este a oeste la ciudad, bordeando algunos de sus monumentos y museos más famosos, llegó a 5,85 metros, más de cuatro metros por encima de su nivel normal.

No obstante, esta crecida, que ha paralizado una parte de la rica actividad turística que genera el Sena, es inferior a la de junio de 2016 (6,10 metros), la peor de los últimos 30 años, y está muy lejos de la crecida histórica de 1910 (8,62 metros), que dejó daños millonarios.

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Se espera que las aguas comiencen a bajar este martes, aunque su descenso podría ser "muy lento", advirtió el organismo de vigilancia de inundaciones. 

Unas 1.500 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares en la región metropolitana de París, según la policía, mientras que 1.900 hogares seguían el lunes sin suministro eléctrico y 700 sin gas.

(AFP)