"El trabajo nos da dignidad. Los responsables de los pueblos, dirigentes, tienen la obligación de hacer todo para que cada hombre y mujer puedan trabajar y así tener la frente alta, mirar a la cara a los demás con dignidad", dijo el pontífice.

En ese marco, al hablar ante unos 12 mil fieles, el papa argentino Jorge Bergoglio añadió: "Quien por maniobras económicas, por hacer negociados no del todo claros, cierra fabricas, empresas, o saca trabajos a los hombres, esta persona hace un pecado gravísimo".

"El trabajo es sagrado y da dignidad a una familia", había asegurado en esa línea en agosto de 2015.