Estaba fuera del libreto y dejó pasmados a los que lo vieron en directo cuando el presidente estadounidense se aprestaba a dar el tradicional discurso del Estado de la Unión.

Incluso hay quienes sostienen que se trata de un engaño óptico y que en realidad los labios de Jill Biden y del marido de la Vicepresidenta, Kamala Harris, Doug Emhoff, nunca se tocaron.

Pero para otros solo se trató de un gesto cariñoso sin connotaciones más allá de la camaradería entre ambos. La Casa Blanca no hizo declaraciones al respecto.