El video rescatado es de ocho minutos, aunque el original dura más de quince, pero con mirar cinco segundos basta para darse una idea de la violencia a la que fueron expuestos los reclutas.

El video estremecedor se filtró en Internet y dio vuelta por todo el mundo generando fuertes voces de rechazo a los actos de violencia perpetrados por soldados chinos.

Las víctimas de la intimidación son reclutas de la Policía Armada del Pueblo, que representan el ala militar de la policía china parecido, por ejemplo, a la Policía Militar brasileña.

En el video completo se ve a los soldados golpeando a los recién llegados con palos de madera y atándolos con correas. Luego limpiaron la sangre de la cara de las víctimas y continuaron la tortura.

Una agencia oficial sostiene que el video, filmado en la ciudad de Wuhai, en la provincia de Mongolia Interior, es auténtico y que los torturadores eran soldados del Ejército Popular de Liberación.