La Comisión de Control y Evaluación de la Eutanasia de Bélgica informó que 2.025 ciudadanos se sometieron a la eutanasia en 2016- con una media de  5,5 muertes aprobadas cada día—, lo que se considera un récord desde la puesta en marcha de la ley.

La cifra del año pasado superó a la del 2015 en tres personas y se autorizó por primera vez la muerte de un menos de 17 años en fase terminal.

La legalización de la eutanasia en Bélgica tuvo lugar en 2002- en 2014 se aprobó no poner límite de edad a la misma- y ya son casi 15 mil las personas que hicieron uso de una muerte asistida y legal; eutanasias que en su mayoría tienen lugar en el domicilio del enfermo. 

Generalmente son aquellos que padecen cáncer y pocas expectativas de cura los que solicitan morir con ayuda de un profesional, siendo en su mayoría pacientes que van entre los 70 y los 89 años de edad. 

Si el paciente elige someterse a la eutanasia a domicilio, las autoridades médicas cobran 25 euros en concepto de material y otros 25 más por la visita del médico, mientras que para los que eligen una hospitalización, el gasto es mayor.

Bélgica es uno de los pocos países europeos —junto a Holanda, Luxemburgo y Suiza— que tiene regulada la muerte asistida, aunque el debate sobre la misma todavía no está completamente cerrado par la sociedad belga.