En caso de que Escocia decida independizarse el primer paso concreto será, en un proceso de un año y medio, la desaparición del Reino Unido en la forma en que lo conocemos actualmente y el surgimiento de una nueva nación, además de redefinirse cuestiones migratorias, económicas de monarquía y política.

En caso de que el resultado del referendo sea positivo, se plantea que la fecha de independencia sea el 24 de marzo de 2016 para poder organizar y negociar numerosos temas con Londres.  Y las elecciones para el parlamento escocés están previstas para el 5 de mayo del mismo año y así poder elegir un parlamento independiente.

La bandera

La actual bandera británica, conocida como el Union Jack, combina los colores de los tres santos patronos de Inglaterra, Escocia e Irlanda. La pregunta que más de uno se hace es si Escocia se independiza ¿cambiará la bandera? Algunos sugieren, por ejemplo, incorporar el dragón símbolo de Gales, pero a no todos los ingleses le hace mucha gracia la idea. La clave tal vez esté en si Escocia sigue reconociendo a la Reina que regentea bajo esa bandera tripartita.

¿Gran? Bretaña

Gran Bretaña, que junto a Irlanda del Norte conforma el Reino Unido, perderá el 8% de su población y alrededor del 30% de su territorio. ¿Seguirá manteniendo en su nombre la idea de unidad?  ¿Pasará a ser la pequeña bretaña?

Las autoridades escocesas proponen un acuerdo de fronteras abiertas, como el que existe actualmente con Irlanda. Pero uno de los temas espinosos es la inmigración, ya que Escocia e Inglaterra tienen visiones opuestas sobre el tema.

¿Y la Reina?

Isabel II tiene su casa de veraneo en Balmoral, Escocia. Las opiniones están divididas en cuanto a si la independencia es solo política o también monárquica.  En su Libro Blanco, los proponentes de la independencia plantean que la reina siga siendo jefe de Estado de la nueva nación, como ocurre  en el caso de Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Aunque también existe la posibilidad de que el país se termine transformando en una república con el tiempo.

¿La moneda y la economía?

Alex Salmond, jefe del Partido Nacional Escocés, SNP, aseguró que Escocia continuaría usando la libra como su moneda oficial, aunque no es una idea que Londres vaya a aceptar de buena gana.  Además en Londres advirtieron que en caso de independizarse, Escocia no entrara entre sus prioridades a la hora de diseñar sus políticas monetarias.

Adoptar el euro sería una jugada riesgosa para Escocia, ya que las tasas de interés, regulación financiera y probablemente políticas impositivas serían dictadas por entidades externas. Y para obtener su propia moneda se necesita poner en funcionamiento un nuevo Banco Central escocés, lo cual podría demorar unos cinco a siete años.

El petróleo



Los escoceses cuentan con las reservas de petróleo del mar del Norte como parte vital para desarrollar una economía viable. Se cree que aún hay 24.000 millones de barriles en el lecho marino esperando ser extraídas. Pero otras estimaciones hablan de 15.000 millones, un cálculo compartido por el jefe ejecutivo de Shell, Ben van Beurden.

¿Y  las fuerzas armadas?

Se espera realizar un proceso gradual para conformar una fuerza propia nacional de 15.000 miembros regulares y 5.000 reservistas.

¿Qué pasará en la ONU, la UE y en la OTAN?



Se espera que Escocia forme parte de la Unión Europea pero no será un proceso sencillo. Escocia deberá solicitar su incorporación, que requerirá el acuerdo y la ratificación de los parlamentos de los otros 28 países miembros. Además implicaría aceptar el euro.

Una Escocia independiente debería solicitar formalmente su incorporación a la alianza con la OTAN , lo que podría llevar antre dos y tres años. Además el nuevo país debería aceptar su política nuclear.

Pero el Partido Nacional Escocés dijo que de ganar el Sí exigirá a Londres que retire de territorio escocés el programa Trident, la iniciativa más costosa en defensa del Reino Unido, que comprende cuatro submarinos con misiles nucleares. La base actual de Trident está en Clyde, en la costa oeste de Escocia.

Otro tema complicado es el asiento permanente del Reino Unido en el Consejo de Seguridad de la ONU. Una potencial división del Reino Unido podría ser un nuevo argumento para potencias emergentes como Brasil e India que reclaman uno de los codiciados escaños con derecho a veto en el Consejo de Seguridad.

Claramente, muchas preguntas...  y por ahora pocas certezas.