Abusos, golpizas, abortos, son las palabras fuertes que pronunciaron las jóvenes víctimas de "La Gran Familia", en medio de condiciones sanitarias deplorables.

Recién van 12 testimonios de los casi 600 (entre niños y adultos) que son en total, y ya la policía pudo recopilar algunas de las más espeluznantes historias de esa casa siniestra.

Al parecer, las denuncias contra la dueña a la que llamaban "Mamá Rosa", son ciertas: "Las declaraciones de las víctimas tienen un peso sustancial en la integración de la averiguación previa", afirmó el titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo.

El funcionario dijo estar sorprendido por las condiciones "inhumanas" en que vivían los chicos y afirmó que "La Gran Familia" era un lugar que "contaba con prestigio" y recibió ayuda del Gobierno federal y estatal.

Junto con el titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, Tomás Zerón, comentaron que entre las historias resaltan los relatos sobre maltratos físicos y psicológicos.

Como por ejemplo una de las víctimas que afirmó que fue obligada a practicarle sexo oral a uno de los empleados del lugar, bajo la amenaza de matarla y vender sus órganos.

Otra víctima denunció que era golpeada en el rostro, obligada a practicarle sexo oral a un hombre, y encerrada en un lugar sin comida ni agua al que llamaban "El Pinocho".

Una joven denunció que fue abusada sexualmente con una manguera por uno de los administradores del lugar, mientras que otra afirmó que quedó embarazada y fue obligada a abortar a golpes en el estómago.

Los funcionarios señalaron que se llevan a cabo exámenes de identificación, y confirmaron que Verduzco ("Mamá Rosa") fue internada en un hospital por crisis nerviosa y está bajo resguardo de fuerzas federales.