Si quiso ser un espacio descontracturado y divertido, no salió. Evidentemente Marcelo Bonelli no es la persona indicada para manejar esos momentos y lo que intentó ser un reto en broma para abrir un espacio de discusión futbolística terminó en un cruce donde salió lo peor de la personalidad de cada uno de los involucrados.

Tanto es así que para distenderlo, el mismo Bonelli apeló a unos chistes internos sobre la ingesta de unos panqueques como una forma de borrar la cara de bronca de los periodistas acreditados por Canal 13 en Qatar, que en vez de poder dar la información que tenían sobre la selección tuvieron que atajarse de las críticas que recibían, sin haber hecho nada para merecerlas.