Según contó uno de los intérpretes de los personajes infantiles, y tal como publica la revista española Sofilm, parece que el lugar en el que se filmaba el mundo de ensueño de los tubbies estaba maldito.

"Los teletubbies olían a vagabundo", relató el actor Dave Thompson, alguna vez especialista en stand up hasta que se topó con el traje de Tinky-Winky.

"Transpirábamos como patos y pese a que humedecían los trajes por las noches, el olor no se iba", contó a casi 20 años de sus performances bajo un traje que pesaba "unos 20 kilos".

El 14 de febrero de 1945 encontraron a unos 3 kilómetros del lugar el cuerpo sin vida de un granjero de 74 años, clavado al suelo y desangrado, con un garfio desgarrando su pecho y dibujado en él una cruz de sangre, por lo que Thompson aclaró que "todo el mundo sabía que el lugar de filmación estaba maldito".

Esta supuesta maldición pegó de lleno en la vida de este actor, que en 1996, cuando finalizaron la filmación de la primera temporada (que se emitió en 1998), recibió una carta que decía que lo habían echado.

Luego del despido, su novia lo dejó por otro actor y, más tarde, para continuar con la desgracia, sufrió un accidente practicando buceo que casi lo deja sordo de un oído.

"Después de aquello me casé y mi primera hija nació ciega de un ojo y parcialmente sorda. También tiene serios problemas de conducta y de aprendizaje", completó el pobre Thompson.

El actor siente que haberse metido en el traje de Tinky-Winky le arruinó la vida y no duda en caracterizar a la productora general del ciclo, Anne Wood, como "una mezcla de Margareth Thatcher y la reina Isabel I".