Fue en el marco de su "Golden Tour" que el cantante y "rey" de la bachata Romeo Santos subió a una chica al escenario y la obligó a tocarle sus partes íntimas en el Madison Square Garden de New York.

Después de que ella dijera que estaba "soltera", el cantante le tomó la mano, hizo que recorriera su torso y bajó hasta la entrepierna, donde directamente le hizo meter la mano dentro y tocarlo.

El hecho, que se reproduce en todos los diarios como algo gracioso y simpático, genera enojo en las redes y en el movimiento feminista. Aunque habría que ver si la muchacha en cuestión está de acuerdo con la secuencia, abusar del poder que genera estar arriba de un escenario, es machismo.