Esta semana llegó a las salas argentinas un film que hacía un tiempo se venía promocionando, en especial por el numeroso y reconocido plantel actoral, y por el millonario presupuesto invertido en la cinta. Se trata de “Transcendence”, que ya desde el vamos, pintaba una buena opción teniendo en cuenta que el genial Christopher Nolan está detrás de la misma, aunque en el rol de productor.

“Transcendence” es un film futurista, que se basa en la inteligencia artificial, temática tratada en varias oportunidades. En este caso, la historia se centra en un exitoso científico que crea un nuevo sistema que planea revolucionar la vida humana y de todo el planeta. Se trata de un invento que propone mejorar el mundo como lo conocemos, aunque un grupo de terroristas “anti-tecnología” que planea “desconectar” a la sociedad, termina asesinando al investigador, al tiempo que éste “reencarnará” en esta máquina creada por él mismo.

El protagonista principal es Johnny Depp, quien una vez más vuelve a decepcionar con su trabajo. Un gran actor, sin dudas, que no viene realizando buenas actuaciones últimamente, como también le ocurrió en “El Llanero Solitario”. Aquí el artista no transmite nada con su interpretación, y por el contrario realiza una actuación para el olvido.

Lo mismo ocurre con buena parte del elenco, que parece no estar muy bien aprovechado por el guión. Poca aunque correcta participación de Morgan Freeman, Cillian Murphy y Paul Bettany, mientras que la coprotagonista Rebecca Hall tampoco convence con su trabajo.

El film viene de la mano de Wally Pfister. Se trata de la ópera prima de este exitoso director de fotografía, quien ha ocupado este rol en muchas cintas de Nolan, como la trilogía de Batman, “El Gran Truco” o “El Origen”.

El trabajo del director está muy bien en cuanto a los aspectos visuales. Buenas elecciones de planos y bien logrados los efectos especiales. El problema está en la narración, donde el cineasta nunca logró generar algo de tensión como para que el film resulte más atrapante. Tampoco llega a explorar en profundidad las problemáticas que se dan en la historia.

De esta forma, la trama resulta bastante previsible, y el film se torna demasiado largo a pesar de las dos horas de duración. La cinta es densa, aburrida y difícil de llevar, en donde nunca se produce un vuelco en la historia. Le faltó un golpe efecto, algo que genere suspenso, o algún diferencial de todo lo ya visto sobre films que abordan la temática futurista del exceso tecnológico.

¿Hay que verla? Parece difícil no verla, porque el elenco, desde el cartel de la cinta, ya parece garpar la entrada. Se puede ver, aunque resulta bastante aburrida. “Transcendence” prometía mucho, con una historia que podría haber sido original, aunque no estuvo del todo bien contada.