Resulta indiscutido que Moria Casán tiene una personalidad arrolladora. Intrigado, Fantino le consultó si compartía sus ideas con un psicólogo a lo que Moria contestó que "jamás se había analizado".

"Pensaba tanto, rezaba para dejar de pensar" compartió Moria y agregó: "Mi cabeza era como una centrífuga".

Luego confesó que no dejó de llorar entre los 12 y los 14 años hasta parar de pensar ya que "el estado más elevado de pensamiento es que cuando no pensás, cuando diste la vuelta".