Amalia y Pamela aprovecharon para criticar "a las feministas" y acusarlas de ser las que se niegan a mantener ese discurso de "sororidad" y acompañamiento entre mujeres. Ambas defensoras de la muerte clandestina además metieron al resto de las actrices invitadas a la foto de la revista Gente, de los personajes del año, en la misma bolsa tirando por la borda su propio discurso.

"Te das cuenta que no soy yo, que son ellas", recordó Granata el diálogo con la productora que propuso el encuentro. Pero lo cierto es que se trata de una triste provocación de parte de la defensora de los anti derechos, frente a una actriz que simplemente no quiso formar parte de una foto que no le interesaba, tan sencillo como eso.

Mientras las mujeres que militan el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos plantean el aborto legal como una de las herramientas para la liberación de la mujer, en un mundo donde los hombres son quienes deciden sobre ellas: la prohibición del aborto es una herramienta de dominación sobre la mujer, y quienes dicen defender las dos vidas, no son capaces de advertir que no se trata de los niñes sino de la opresión machista. 

La negativa de Peterson radica en su compromiso con las ideas que defiende, y de ninguna manera su condición de "feminista" la obliga a aceptar todas las propuestas. Lo que enojó a Granata es la reivindicación por parte de Peterson de no ser políticamente correcta, tal y como sugiere la participación de una foto de la que se hubiera arrepentido, si la aceptaba "para quedar bien".

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