Declaraciones fuertes de una mujer que está rota. No se la reconoce, algo hinchada, cansada y, según ella, asqueada. María Eugenia Rito se descargó por cámara y, pareciera, buscó abrir el paraguas y protegerse antes que el cruel mundo del espectáculo la ataque desprevenida.

“Soy profesora de gimnasia, siempre fui una persona muy sana y deportista. Más allá de que me gusta salir. Hubo un día y ese día, me pasó a los 32 años (por su primera vez en la droga), y cometí ese error”, comentó triste.

Además, hizo otra declaración fuerte: "Es la primera vez que lo voy a decir en tele, yo tuve que hacer cosas por dinero. Sexo por dinero. Soy tan transparente y no quiero cargar con esa mochila. Es muy fuerte decir que me drogué en exceso. Tuve sexo por dinero y por trabajo. Nadie lo dice, ninguna lo dice, pero yo ya tengo 38 años”.

Jorge Rial, el conductor del programa, imaginamos extasiado por semejante primicia, comenzó a indagar casi llegando al hueso, y la Ritó se quebró pro completo.

"Mi mamá se estaba muriendo, ella era mucama. ¿Qué más querés que te cuente? Me quería mudar, tener otra posición social. Fue por muy poquito tiempo, fueron dos años y al toque me hice conocida. Eso para mí era mi trabajo. Me levantaba a la mañana y me quería comprar mi departamento. Se me abrió esta oportunidad y la tomé. Me lo gané bien ganado el departamento. Vergüenza es robar, violar, mentir”, dijo llorando y conmovió.

“Yo me hago carho y cuento que me prostituí. Él me conoció así: mi marido era cliente mío", lanzó ya un poco más suelta. "Lo peor que le puede pasar a un ser humano, es consumir cocaína. Te vuelve una persona oscura, te saca el alma, te saca la vida. La detesto, me da asco”, agregó asustada.

Respecto a su última etapa de depresión intensa y drogas, la Ritó detalló: “En año nuevo me quise matar. Me quise suicidar. Sé que me va a pasar de salir y tener ganas de consumir, pero un tropezón no es caída. Hay un montón de casos, Diego Maradona, Celeste Cid. En Año Nuevo, la pasé sola, estuve cinco días encerrada en un departamento ‘tomando’ (sic). Me enteré que él estaba en Punta del Este con una señora y me quedé cinco días encerrada. Tomé alcohol, me drogué, me agarró un ataque de locura. Gracias a Dios, no llegué a alucinar”.

“Consumí desde éxtasis, cocaína, porro, cristales, todo eso, papito. ¿Está mal que lo diga? No lo quiero hacer más, ¿no entendés que me sacó la vida? No me quiero drogar, quiero volver a vivir la vida”, dictaminó.