La crueldad y el sufrimiento que padecieron muchísimas personas de color en épocas en que la esclavitud era moneda corriente en los Estados Unidos y en todo el mundo, son retratados en “12 años de esclavitud” desde la óptica de Steve McQueen, un novato en Hollywood que preparó esta cinta para la industria y también para la temporada de premios.
Ganadora del Globo de Oro como “mejor película dramática”, y nominada a nueve estatuillas en los Oscars, el largometraje, basado en la autobiografía de Solomon Northup, relata la historia de este hombre afroamericano nacido libre, casado y con dos hijos, que vivía junto a su familia en el estado de Nueva York, y que engañado por un dúo de supuestos artistas es secuestrado en Washington D. C. y vendido como esclavo. Caído en desgracia, el pobre hombre luchará por sobrevivir y recuperar su antigua y real vida.
El desgarrador film es dirigido por Steve McQueen, un inglés con gran trayectoria en la realización de cortometrajes y participando como productor, pero que solo había dirigido dos films previo a esta película que lo catapultó a la fama, en especial por el reconocimiento que obtuvo en la temporada de premios. En “12 años de esclavitud” el cineasta logra inmovilizar a la audiencia a lo largo de los 120 minutos de cinta, a través de un relato tenso y dramático, con una narración lenta, y con recursos típicos del género pero muy oportunos: planos cortos, planos detalle, y una música paralizante.
Uno de los protagonistas principales es Michael Fassbender, quien estuvo en los tres largometrajes de McQueen. Un actor que no es muy conocido aún, pero que viene en ascenso por papeles como en “El Abogado del Crimen” o éste, donde interpreta a un malo que es malísimo. Con destellos de locura y expresiones que harían agachar la mirada a más de uno, el actor elabora a un malvado perturbador y perverso, de esos que se hacen odiar cada vez más a través de los años.
Como ya se mencionó, el film está basado en Solomon Northup, que es encarnado por Chiwetel Ejiofor, un inglés de padres nigerianos que ya apareció en las pantallas de Hollywood, en cintas como “Agente Salt” o “Gánster Americano”. Sin ser un actor de renombre, el nominado al Oscar como mejor actor logra conmover a toda la sala a partir de su papel. Con la tristeza constante en su rostro, elabora una interpretación fantástica, creíble, y muy emocionante.
Si bien Brad Pitt, uno de los productores de la cinta, tiene una breve pero interesante participación, el reparto principal lo completa Lupita Nyong'o, joven promesa con nacionalidad mitad keniata y mitad mexicana, que podrá ser inexperta y no contar con currículum hollywoodense, pero ha mostrado mucho talento.
A la hora de calificar esta película, hay que advertir que la misma dejará sin aliento a todo el público. Cuando la cinta funda a negro, la sensación de tristeza y la inmutes de todos los presentes se apoderarán de la sala. Así, logrará su objetivo, porque en definitiva, el film, así como está excelentemente actuado, filmado y contado, es crudísimo, desgarrador, triste y angustiante, como fue la historia real de estas personas, provocando que el espectador esté las más de dos horas que dura el largometraje, con un nudo en la garganta.
¿Hay que verla? Sí, pero ojo, que no es un film para cualquiera. “12 años de esclavitud” es muy buena, pero no se trata de un simple dramita. Es una película fuerte, que relata con crudeza lo que sufrieron muchísimos esclavos. Es una cinta distinta y que se disfruta desde otro lugar, desde las interpretaciones y la calidad del film, y que seguramente será recordada por mucho tiempo.

La crueldad y el sufrimiento que padecieron muchísimas personas de color en épocas en que la esclavitud era moneda corriente en los Estados Unidos y en todo el mundo, son retratados en “12 años de esclavitud” desde la óptica de Steve McQueen, un novato en Hollywood que preparó esta cinta para la industria y también para la temporada de premios.

Ganadora del Globo de Oro como “mejor película dramática”, y nominada a nueve estatuillas en los Oscars, la cinta, basada en la autobiografía de Solomon Northup, relata la historia de este hombre afroamericano nacido libre, casado y con dos hijos, que vivía junto a su familia en el estado de Nueva York, y que engañado por un dúo de supuestos artistas es secuestrado en Washington D. C. y vendido como esclavo. Caído en desgracia, el pobre hombre luchará por sobrevivir y recuperar su antigua y real vida.

El desgarrador film es dirigido por Steve McQueen, un inglés con gran trayectoria en la realización de cortometrajes y participando como productor, pero que solo había dirigido dos films previo a esta película que lo catapultó a la fama, en especial por el reconocimiento que obtuvo en la temporada de premios. En “12 años de esclavitud” el cineasta logra inmovilizar a la audiencia a lo largo de los 120 minutos de cinta, a través de un relato tenso y dramático, con una narración lenta, y con recursos típicos del género pero muy oportunos: planos cortos, planos detalle, y una música paralizante.

Uno de los protagonistas principales es Michael Fassbender, quien estuvo en los tres largometrajes de McQueen. Un actor que no es muy conocido aún, pero que viene en ascenso por papeles como en “El Abogado del Crimen” o éste, donde interpreta a un malo que es malísimo. Con destellos de locura y expresiones que harían agachar la mirada a más de uno, el actor elabora a un malvado perturbador y perverso, de esos que se hacen odiar cada vez más a través de los años.

Como ya se mencionó, el film está basado en Solomon Northup, que es encarnado por Chiwetel Ejiofor, un inglés de padres nigerianos que ya apareció en las pantallas de Hollywood, en cintas como “Agente Salt” o “Gánster Americano”. Sin ser un actor de renombre, el nominado al Oscar como "mejor actor" logra conmover a toda la sala a partir de su papel. Con la tristeza constante en su rostro, elabora una interpretación fantástica, creíble, y muy emocionante.

Si bien Brad Pitt, uno de los productores de la cinta, tiene una breve pero interesante participación, el reparto principal lo completa Lupita Nyong'o, joven promesa con nacionalidad mitad keniata y mitad mexicana, que podrá ser inexperta y no contar con currículum hollywoodense, pero ha mostrado mucho talento.

A la hora de calificar esta película, hay que advertir que la misma dejará sin aliento a todo el público. Cuando la cinta funda a negro y comiencen a caer los créditos, la sensación de tristeza y la inmutes de todos los presentes se apoderarán de la sala. Así, logrará su objetivo, porque en definitiva, el film, así como está excelentemente actuado, filmado y contado, es crudísimo, desgarrador, triste y angustiante, como fue la historia real de estas personas, provocando que el espectador esté las más de dos horas que dura el largometraje, con un nudo en la garganta.

¿Hay que verla? Sí, pero ojo, que no es un film para cualquiera. “12 años de esclavitud” es muy buena, pero no se trata de un simple dramita. Es una película fuerte, que relata con crudeza lo que sufrieron muchísimos esclavos. Es una cinta distinta y que se disfruta desde otro lugar, desde las interpretaciones y la calidad del film, y que seguramente será recordada por mucho tiempo.