Daniel Aráoz contó como su amigo Atilio Veronelli solía dejarle mensajes obscenos y con "historias de amor" en su contestador.

Si bien el humorista podía identificar las diferentes voces de su amigo, un día escuchó uno de los polémicos mensajes su empleada Merceditas.

Aráoz relata de manera muy divertida cómo tuvo que llevar al mismísimo Veronelli para que le explicara a la señora que no era su amante.