A más de un mes de su pésimo paso por la Argentina, Justin Bieber concedió una entrevista radial al programa Power 106 de Los Ángeles, California, que dejó sin aliento a todos los presentes. "Actualmente me estoy retirando. Me retiro", disparó el canadiense.

El ídolo teen justificó su anuncio cuando le preguntaron los motivos de su decisión y si se trataba de algo definitivo: "Quiero crecer como artista y es por eso que doy un paso al costado para que mi música madure".

La polémica noticia se da en la víspera de su nuevo álbum Journals, que sale a la venta la semana próxima, y en medio de los escándalos que provocó en el mundo: comenzó en Brasil, en dónde se lo vio en un cabaret, luego dejó plantadas a fans argentinas en su último concierto y por último provocó disturbios en Australia. Sin mencionar los fuertes rumores de sus adicciones.

"La gente piensa que soy arrogante pero no lo soy. Siempre fui una persona generosa y bondadosa. Estoy aquí por mis fans. Tengo 19 años y voy a cometer errores, es inevitable", se defendió Justin.

Ante el pánico de las Believers, una fuente cercana al cantante aseguró al portal TMZ que se trató de una broma y que no "colgará el micrófono". En otras palabras, una movida marketinera.

Es que Justin es una mina de oro desde que saltó a la fama a sus 13 años. Hoy su patrimonio tiene un valor neto estimado de más de 130 millones de dólares.