En un ámbito televisivo pensado para que un periodista pueda mentir descaradamente, pronunciando "tarifazo" por "quita de subsidios", incluso reclamando la "reducción en el gasto público" y hasta criticando al ministro de Economía por "volverse con las manos vacías" de una reunión con el Fondo Monetario Internacional, no podemos esperar demasiado análisis de la realidad.

Partiendo desde un "a mi no me gusta el Estado como idea" cualquier discusión queda trunca: si alguien pronuncia un pensamiento constructivo, tiene que tener en cuenta las condiciones sociales de la época y no una situación hipotética, como la ausencia de estado.

Pero claro, en un contexto que presenta a Kicillof como "el pulóver entre todas las corbatas", no era descabellado escuchar a un personaje estancado en el pensamiento liberal -y que trata a la izquierda como "pasada de moda"- que llevó al país a la ruina de la mano de un recordado dirigente de pronunciadas patillas, así como del economista dueño de la frase "1 peso, 1 dólar".