Hasta este jueves, los bancos podían tener hasta el 65 por ciento de sus inversiones –o sea, el dinero depositado de sus clientes– en Leliq, el instrumento respaldado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

En busca de que los inversores dejen de ir al dólar –como inversión– y evitar que siga subiendo la moneda norteamericana, como viene ocurriendo en sucesivas jornadas, el Central autorizó a los bancos a colocar hasta el 100 por ciento de sus depósitos en Letras de Liquidez.

Es un intento desesperado del gobierno de quitar pesos del mercado de dólares y así esperar que su cotización no siga llevando hacia arriba la devaluación de la moneda argentina y por ende la inflación.

Con la nueva medida se espera el traspaso de los aumentos en la tasa de interés de las Leliq a la tasa de interés que se pagan por los plazos fijos, y así promover que los ahorristas abandonen el dólar como refugio y recurran al ahorro con el casi exclusivo respaldo de Banco Central.

Algo que resultaría riesgoso para los bancos pero, sobre todo, para los propios ahorristas, que podrían tener al Central como único y exclusivo respaldo para sus depósitos, en un marco presente que no permite vislumbrar un futuro financiera y económicamente promisorio.