Un elemento lateral dentro de la discusión de la ley del impuesto a los Ingresos Personales tomó fuerza en las últimas horas, ante los primeros trascendidos del nuevo esquema de Ganancias para los salarios: la falta de actualización de las escalas del monotributo podría empujar a muchos contribuyentes del régimen simplificado al régimen general, lo que los haría pagar Ganancias e IVA, un costo mucho más oneroso ante el fisco.

En esos primeros borradores, precisamente, se abordaba la cuestión del monotributo. La advertencia de tributaristas era que la “reversión” en Ganancias, con escalas de monotributo que no estarían bajo actualización, forzaría a contribuyentes a pasar a ser responsable inscripto porque su facturación -solo por efecto de la inflación- excedería el último escalafón del monotributo, que actualmente es de 16,9 millones de pesos anuales (1,4 millones por mes en promedio).

El borrador que circuló en los despachos oficiales planteó, como una hipótesis, hacer un reajuste de las escalas de monotributo que lleve a la categoría más alta a un monto de 68 millones de pesos anuales de tope de facturación, lo que implicaría unos 5,6 millones mensuales. La idea todavía no fue oficializada por parte del Poder Ejecutivo, que hasta el martes por la noche todavía trabajaba en el articulado final de ese proyecto de ley.

Se trata de una iniciativa sensible desde el punto de vista político, ya que formó parte de un tira y afloje con los gobernadores, que pidieron al Gobierno nacional que dé marcha atrás con aquella derogación de la cuarta categoría de Ganancias, sancionada a fines de 2023 por iniciativa del entonces ministro de Economía Sergio Massa. Esos ingresos perdidos eran coparticipables, y ante el contexto de transferencias desde la Casa Rosada a las provincias que sufrirán un fuerte ajuste, esos fondos volvieron a ser vitales para los gobernadores.

Qué pasa con los monotributistas por el Impuesto a las ganancias

En redes sociales los cambios inminentes en Ganancias fueron motivo de análisis de todo tipo. Para el economista Fernando Marull (de la consultora FMyA), por ejemplo, un tema que todavía no fue contemplado en el paquete fiscal que se discute entre el Gobierno y la oposición es el de los autónomos, e incluso arriesgó que se puede tratar de una suerte de “monotributismo para todos”. El analista Enrique Quintana, también en la red X, consideró que el cambio en Ganancias así presentado es “bajista para las acciones y alcista para los bonos”. El impacto en las acciones, consideró, tiene que ver con que tendrá un efecto en el consumo de las personas que volverán a pagar el impuesto.

Según se prevé, la nueva ley buscará establecer un mínimo no imponible de 1.350.000 pesos y por el cual alrededor de 800 mil personas volverán a pagar el impuesto. Con la última suba del salario mínimo, en la actualidad sólo pagan Ganancias aquellos que perciben salarios brutos de más de $1.980.000. El monto se actualizará por escalas trimestralmente por el Índice de Precios al Consumidor. En el proyecto se estableció la delegación al Poder Ejecutivo de las facultades para modificar las escalas.

De acuerdo a estimaciones de fuentes de la anterior gestión en el Ministerio de Economía, unos 800 mil empleados y jubilados volverán a pagar a Ganancias: calculan una retención de $315.000 mensuales a los sueldos afectados. Mientras que la recaudación adicional será de 0,5 puntos del PBI.