De acuerdo a lo comunicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la deuda externa de Argentina alcanzó los u$s 216.351 M en lo que respecta al cierre del tercer trimestre en 2017. 

Aunque si se observan las consultoras privadas que arrojan la cifran hasta el mes de diciembre: ésta sube a  342.000 millones de dólares, un 35% más que hace dos años. El Observatorio Fiscal Federal estima que la ratio deuda-PIB ya es del 60%. 

En tanto, el saldo de la balanza por cuenta corriente arrojó un déficit de u$s 8.683 millones, más del doble que los u$s 2.895 millones de julio-septiembre de 2016, debido a un mayor incremento de las importaciones en relación con las exportaciones.

Sin embargo, las reservas del Banco Central (BCRA) también crecieron al superar los u$s 50.237 millones, un 58% más que en el tercer trimestre del año pasado, cuando ascendían a u$s 29.902 millones.

El Indec dio cuenta sobre estas variaciones en el marco del informe de la "Balanza de pagos", un estado contable estadístico que resume sistemáticamente las transacciones económicas entre el país y el resto del mundo. 

Esta Balanza informa sobre el estado de la cuenta corriente y de capital que incorpora las transacciones en bienes, servicios, renta y transferencias, dando como resultado la necesidad de financiamiento externo neto que se solventa con la cuenta financiera, donde se registra el cambio de propiedad de los activos financieros y pasivos con no residentes, y la variación de reservas internacionales.

Por otro lado, la Posición de Inversión Internacional, es decir, el saldo entre el dinero que los argentinos tienen y deben al exterior, bajó 31% luego del blanqueo de capitales a unos u$s 29.981 millones, frente a los 43.579 millones de igual período del año pasado.

En el tercer trimestre de 2017 la cuenta corriente registró un déficit de U$S 8.683 millones, explicado por el saldo negativo de la balanza de bienes y servicios de U$S 4.482 millones, un débito neto de ingresos primarios de U$S 4.158 millones y un déficit de ingresos secundarios de U$S 44 millones.

El déficit de la cuenta corriente resultó U$S 5.789 millones mayor al de igual trimestre del año anterior, "lo que se explicó fundamentalmente por el deterioro de la balanza de bienes".

Si en 2016 la balanza comercial arrojó una ganancia de u$s 1.792 millones durante el tercer trimestre, entre julio y septiembre de 2017 dejó una pérdida de 1.712 millones, con un amesetamiento en las exportaciones y un incremento del 25 % en las importaciones.

En el tercer trimestre se registraron importaciones por U$S 17.493 millones, mostrando, respecto de igual período de 2016, un crecimiento de 25% en su valor, mientras que los precios aumentaron 4% y las cantidades 20%.

La suba de precios fue generalizada para todos los usos económicos, excepto piezas y accesorios para bienes de capital, registrándose el mayor incremento en combustibles y lubricantes, 13%, seguido de bienes intermedios, 10%.

Las cantidades aumentaron para todos los usos económicos, excepto combustibles y lubricantes, presentándose los mayores incrementos en vehículos automotores de pasajeros, 46%, piezas y accesorios para bienes de capital, 31%, y bienes de capital, 26%.

Este déficit por cuenta corriente se saldó con una mayor necesidad de financiamiento externo que en el tercer trimestre ascendió a u$s 8.626, unos u$s 5.842 millones respecto al año anterior.

En diálogo con El País,  Juan Carlos Latrichano, catedrático de historia macreconómica en la Universidad de La Matanza (ULaM),señaló que la gran batalla es contra el déficit, porque “han vuelto los déficit gemelos, el fiscal y el externo”. 

"La balanza comercial viene muy mal y pinta para récord en Argentina, con un rojo de 8.000 millones en dólares. El Gobierno no ha podido además dominar el fiscal y las letras del Banco Central ya superan la base monetaria”, planteó Latrichano. 

Fuente: Ámbito Financiero/El País