A horas de que el Indec anuncie el alza de inflación durante febrero último, las estimaciones ponen el guarismo en el 2,5 por ciento, número que, de entrada, pone en duda la previsión oficial del 15 por ciento para este año.

De  hecho y teniendo en cuenta que enero registró una aumento del IPC del 1,8 por ciento y la proyección para este año, los analistas más optimistas pronostican una inflación anual cercana al 19 por ciento y los pesimistas por encima del 23.

Sin embargo, para el ministro de Hacienda esa realidad no tiene ninguna importancia. La inflación baja, afirma Nicolás Dujovne, y la única consideración posible es que baja con relación al abismo de 2016, cuando superó el 36 por ciento.

En la reunión del “gabinete ampliado” encabezada por Mauricio Macri que tuvo lugar este lugar en el CCK,  el ministro llegó a destacar la “baja de la inflación…”

La mayoría de los funcionarios asintió; una minoría –quizá la más lúcida– habrá alzado los hombros, y quizá alguno haya mirado de reojo a quien tenía al lado, sin obtener otra respuesta que el silencio cómplice.