“La presencia del juguete nacional crece con fuerza en el mercado local”, así lo destacó la ministra de Industria, Débora Giorgi, sobre un mercado que en los '90 estaba prácticamente cerrado y que creció constantemente en los últimos años.

De esta manera, la industria del juguete cerró el año pasado con una facturación superior a los 900 millones de pesos y un crecimiento interanual de la producción entre el 12 y el 15 por ciento en unidades físicas.

El sector, que está conformado por más de 100 Pymes y emplea a 3.550 trabajadores, atraviesa una etapa de sólido crecimiento desde 2002, según un informe del Ministerio de Industria.

“A la mano de obra barata se la desafía con incorporación de última tecnología, creatividad y calidad”, destacó Giorgi, quien priorizó desde un primer momento durante su gestión a la industria nacional del juguete.

Cabe recordar que en los noventa se cerraron 180 fábricas a partir de la competencia desleal que representaba la llegada irrestricta de artículos del sudeste asiático.

Las 60 empresas restantes que quedaron en pie en este período simplemente fabricaban algunos juguetes y artículos de bazar como complemento, para poder seguir adelante, según indicó la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ).

A partir de la puesta en marcha del modelo nacional y productivo inaugurado en 2003, la industria del juguete registró un importante aumento en la producción, que acumula en los últimos años una suba del 130 por ciento.

Esto permitió incrementar los puestos de trabajo, y generar empleo calificado, desde diseñadores hasta matriceros, además de invertir en maquinarias y ampliaciones de fábricas.

“Este gobierno gestionó con políticas contra la competencia desleal, a partir de herramientas de crédito para traer maquinaria de punta”, agregó Giorgi, quien espera junto a los trabajadores del sector que el 2014 sea un año también de crecimiento.