El drama social: en solo tres años el Conurbano sumó dos millones de nuevos pobres, se titula la nota del diario firmada por Ismael Bermúdez.

Y es noticia porque no deslinda responsabilidades de las políticas de Juntos por el Cambio en el aumento de la pobreza. Comienza así:


El conurbano bonaerense es un “polvorín social”. No solo porque cruzando el Riachuelo y la General Paz, hay cerca de 5,9 millones de personas pobres (casi la mitad de los 12,4 millones de bonaerenses, de los cuales 1,7 millones. Los indicadores del Gran Buenos Aires lo dicen todo. Están 6,6 puntos por arriba de la pobreza promedio nacional, que según informó ayer el INDEC llega al 40,9%, sino que están también 3,1 puntos por encima de la marca nacional de indigencia, calculada en el 10,5%. 

La irrupción de la  pandemia agravó el ya deteriorado y preocupante cuadro social de esa vasta región del país ya que, si se considera sólo el segundo trimestre, más de la mitad de los bonaerenses vivieron en hogares pobres, a pesar de las ayudas sociales como la AUH, IFE y otros planes.

En relación a la primera mitad de 2017, la recesión, inflación, pérdida de empleos, incremento de la desocupación y subocupación golpearon muy fuerte a los 24 partidos del Gran Buenos Aires: en apenas 3 años, se sumaron 2 millones de nuevos pobres, de los cuales más de 700.000 son nuevos indigentes.

También los partidos bonaerenses son un “polvorín” no solo porque sus habitantes no tienen los ingresos suficientes como para adquirir la canastas mínima de alimentos. Debido a las paupérrimas condiciones de vida, sanitarias, laborales, de vivienda y las dificultades para el acceso a los servicios básicos sus condiciones de vida son acuciantes. Una alta proporción tiene problemas de falta de vivienda, o residen en viviendas precarias o en condiciones de hacinamiento crítico, cerca de basurales y sin acceso a los servicios básicos.

Con todo, el conurbano quedo relegado en el índice de pobreza por los datos de la ciudad entrerriana de Concordia, que con el 52,2% marcó el número más alto del país según la medición del INDEC. Luego se ubica la zona de Resistencia (Chaco) con el 48,7%, luego el conurbano bonaerense y en cuarto lugar la ciudad de Salta, con el 45,5%.

Y concluye con un dato fulminante: Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA ( Universidad Católica Argentina), en el Conurbano a fines de 2019, casi la mitad de las viviendas bonaerenses no tenían conexión a la red cloacal y agua corriente.