Uno de los festejos más originales del mundo se acaba de dar en el fútbol de Lituania. En el partido entre el Trakai y el Zalgaris,  el bielorruso Dzimtry Koub marcó un golazo agónico de cabeza, para el empate del Trakai.

Para celebrarlo, esquivó a sus compañeros, corrió hasta las tribunas, se sentó, y compenzó a aplaudir su propia conquista.