La dirigencia que se presentó en Independiente con el aval de Juntos por el Cambio -Grindetti, Ritondo, y demás jugando en el club- supuso que a esta altura del año las cosas iban a ser distintas.

Pero deportiva e institucionalmente al club de Avellaneda le fue muy mal, con un equipo peleando el descenso y la renuncia de su presidente -Fabián Doman, por si alguien lo había olvidado- que obligaron a arreglos circunstanciales.

Ya parecía una locura que Néstor Grindetti asumiera como presidente al mismo tiempo que encaraba una campaña para ser el gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero las declaraciones poniéndola por encima de la suerte de Independiente fue echarle nafta al fuego.

Así un hincha lo esperó y cuando lo tuvo a tiro le disparó todas las verdades de a puños.