"Belleza... un gato por el pretil se despereza" (Fernando Cabrera, cantante uruguayo)

Es el gran fenómeno de la gimnasia mundial y lo ratifica en estos Juegos Olímpicos: la estadounidense Simone Biles se llevó el oro también en la prueba de salto y ya suma tres en su carrera.

En Río 2016, la norteamericana de 19 años busca ser quien consiga por primera vez cinco títulos en los mismos Juegos Olímpicos .

Así, la morena de la sonrisa gigante y el cuerpo macizo desafía el legado inoxidable de Nadia Comaneci, la niña prodigio que maravilló al mundo en Montreal 1976 al obtener no solo el oro olímpico con apenas 14 años, sino un 10 de la calificación en las barras asimétricas.

El primero en la historia, de hecho los carteles no estaban preparados para ello. Nadia, pura timidez y delicada cadencia en sus rutinas, ganó tres medallas de oro, una de plata y una de bronce en el evento celebrado en Montreal.

Comaneci se ganó otros seis puntajes para 10, honor a su elegancia, cadencia y excelencia en sus rutinas. Así se volvió una estrella mundial y su figura, en la Rumania comunista de Nicolae Ceausescu ayudaron a popularizar la gimnasia.

Acusada de deserción, perseguida por el hijo del dictador, Nicu, escapó de su país una noche de películas (aún hoy esos relatos que pretenden detallar su huida parecen de ficción, con perros y trineos, bosque y frío de los de Nietzche. 

Volvió al país tras la caída trágica Ceausescu y fue recibida como heroína de ese capitalismo que promete restaurar un orden -¡el orden!-, y hasta su casamiento con un coach norteamericano fue televisado y su figura aún es reconocida mundialmente. 

En cambio, Simone, la gimnasta con más títulos mundiales -10-, es pura prepotencia física y atlética desde sus 1,45m de estatura. De hecho en las rutinas de colchoneta el público ruge cada vez que se deja caer sobre sus mulos o la cola, rebota y vuelve a picar. 

Desde lo musical, también la norteamericana se diferencia de las rutinas de Nadia. Su explosividad en carpeta o salto la destacan del resto. Las demás "chicas" parecen débiles, menores técnicamente, van a fallar. Ella parece que no, ni siquiera después de un flic flac y giros imponentes. 

En fin, es la concepción de belleza y perfección de la vida en los '70 y '80 -Nadia, Maradona, Michael Jordan-, y esta del presente, donde hay ser una aplanadora que se lleve todo puesto, también es belleza. 

Biles, Messi y LeBron James, por seguir con los ejemplos de la gimnasia, el fútbol y el basquet, dan cuenta de ello.