El nuevo puntero del campeonato creía haber acordado en las últimas horas un refuerzo de lujo para el tramo final del torneo. Sin embargo, todo se fue a pique.

Ricardo Álvarez había llegado a un acuerdo con San Lorenzo: préstamo por una temporada y una opción de compra. Pero la FIFA le arruinó los planes al zurdo.

Álvarez obtuvo la libertad de acción de la FIFA, pero a diferencia de lo que pensaba la gente que maneja al futbolista, sólo es válida para que se desempeñe en Europa.

La historia de fondo con la situación de Ricky es la siguiente: hubo un conflicto entre Sunderland e Inter (dueño de su pase), que lo prestó por un año al club inglés con una obligación de compra de 12 millones de euros al finalizar el préstamo. Pero el argentino se rompió los meniscos de la rodilla y entonces Sunderland se negó a hacer efectiva la compra. Desde entonces, Álvarez busca una salida. Ahora, su futuro estaría en el fútbol de Portugal.