"Rusia debe ser excluida de cualquier competición deportiva, incluyendo la Copa del Mundo de fútbol que organiza en el año 2018, ya que no ha pagado su problema con el dopaje". Este duro mensaje fue lanzado este miércoles por los presidentes de las principales 19 agencias antidopaje del mundo, reunidos en Dublín.

En un comunicado oficial se indica que "a la luz del segundo informe McLaren, los funcionarios antidopaje han solicitado la exclusión de los deportistas rusos de todas las competiciones internacionales", agrega el comunicado.

Las agencias nacionales pidieron además que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) asuma la investigación, actualmente en manos del Comité Olímpico Internacional, sobre el presunto programa nacional de dopaje que benefició a más de 1.000 deportistas rusos, según las conclusiones de un informe del jurista canadiense Richard McLaren.

Como era de esperar, Rusia niega las acusaciones. El gigante euroasiático organizará en 2018 el principal evento deportivo del mundo bajo la inevitable sospecha que estalló antes de Rio 2016.

"No hagáis caso a esas declaraciones. Se trata de un ataque deliberado destinado a desacreditar al deporte ruso", denunció el viceprimer ministro ruso, Vitali Mutko, según la agencia R-Sport, citada por Ria Novosti.

Las 19 agencias firmantes -entre ellas las de España, Francia, Alemania y Estados Unidos- admitieron que los deportistas rusos que hayan superado numerosos controles deberían poder competir, pero sin bandera.

"Esperamos que estas propuestas ayudarán al deporte superar estos tiempos oscuros y allanar el camino hacia un futuro brillante. Pero para ello, hay que dar pasos, y es imperativo que aquellos responsables del sistema estatal (de dopaje) de Rusia rindan cuentas", completa el comunicado.