Por segundo año consecutivo, Rosario Central venció a Boca y lo eliminó de la Copa Argentina: fue 1-0 a Mendoza, para meterse en los cuartos de final del certamen del que fue finalista en las últimas tres ediciones.

El conjunto de Guillermo Barros Schelotto había arrancado mejor, más metido y con mejores intenciones, pero con el correr de los minutos el ‘Canalla’ se fue acomodando y emparejando el trámite del juego.

Pasado el cuarto de hora, llegó la gran polémica del partido, justo en un juego con historia por aquella final del 2015. Colman remató de zurda tras un tiro de esquina, y Pablo Pérez atajó la pelota dentro del área, sin que Rapallini sancionara penal.

La bronca de los jugadores del equipo rosarino duró un ratito, ya que no tardó en llegar la apertura del marcador: sufrió Boca en las pelotas paradas, y así fue como Mauricio Martínez facturó con un golazo, cuando quedaban 10 minutos para el descanso.

Tras el entretiempo, el encuentro fue perdiendo en fútbol y ganando en dramatismo. El ‘Xeneize’, que jugó con el equipo titular, lo buscó con más ganas que claridad, y empujando contó con algunas chances como para empatarlo.

Por su parte, el equipo de Paolo Montero, que llegaba a esta instancia algo cuestionado por el desempeño en la Superliga, apostó a la contra y supo defender bien la diferencia, aun quedándose con uno menos en el final, para quedarse con el pase a la próxima instancia.

De esta forma, y como el año pasado, Rosario Central eliminó a Boca y se tomó revancha por la final del 2015. Ahora espera en cuartos de final de la Copa Argentina, por un rival que saldrá del duelo entre Banfield y Godoy Cruz.