Michael Phelps es la gran figura de los Juegos Olímpicos. No sólo de este, sino de todos. Por ello, la gente de su país disfruta ser contemporánea del fenómeno. Anoche en Baltimore, su ciudad natal, los Ravens estaban disputando un partido de pretemporada de la NFL ante los Carolina Panthers, cuando de golpe el juego se suspendió durante tres minutos. ¿El motivo? Ver a Phelps conseguir otra medalla.

La prueba era la de 200 metros combinados y, con un aplastante triunfo, logró su 22° medalla de Oro en la historia de los Juegos Olímpicos. Sus inmediatos perseguidores, que son cuatro, "apenas" tienen nueve.

Cuando consumó su victoria, tanto el público como los jugadores de ambos equipos en el M&T Bank Stadium lo ovacionaron tras admirarlo en las pantallas gigantes.