A poco más de un mes del fallecimiento de su esposa de 32 años, Anabel Balzano, el futbolista de Racing rompió el silencio y le concedió una extensa entrevista al diario Olé.
 

"Mis hijos hacen que el dolor sea más leve", dijo Pablo Álvarez, destacó que "es difícil seguir", pero que se siente "un privilegiado por poder laburar de lo que amo".
 

Sobre la enfermedad de su mujer y la vida que debió hacer el último año entre viajes desde Rosario -jugaba en Central-, a Buenos Aires para seguir el tratamiento oncológico de Anabel, Pablo confesó que pensó en dejar el fútbol, 

"Me lo planteé por última vez en la mitad de su tratamiento. Pensé en largar todo para quedarme a su lado incondicionalmente", confesó, y enseguida reveló que fue ella la que lo hizo seguir: "Me pidió que le diera para adelante".


Álvarez reveló que incluso la mujer amenazó a su representante Juan Cruz Oller. Pablo contó que Anabel llamó a su agente y le dijo: "Este pelotudo quiere hacer una cagada, paralo por favor". 


Sonrió resignado y resumió: "Y bueno... La familia, mis amigos, el fútbol y mis compañeros hacen que todo se me haga un poco más llevadero y me entrene con una sonrisa, como lo hice siempre".


"Ahora tomo al fútbol como un desahogo para mi alma. Para mi estado mental, para mi salud. Esto es mi cable a tierra: una cancha de fútbol, el entrenamiento, mis compañeros... Y mis hijos, que hacen que mi dolor sea mucho más leve y pasajero", concluyó.