Daniel Osvaldo es la gran frustración de Boca en el primer semestre del 2016. El controversial delantero llegó a la Ribera para tener un exitoso segundo ciclo en el club, pero jugó apenas un puñado de partidos y se lesionó feo uno de sus pies. Ya a más de un mes de su última vez dentro de un campo de juego, se lo ve cada vez mejor.

Al inicio de esta semana volvió a ponerse los botines y ahora volvió a tocar la pelota. Este miércoles, en el entrenamiento se lo pudo ver haciendo jueguitos, ejercicios de traslado e incluso pegándole al arco. Una evolución notable. Eso sí: trabajó solo, apartado del grupo. De todas formas cabe destacar que en Boca esperan que la semana que viene podrá sumarse al resto de sus compañeros.

Su último partido fue contra Lanús, en la 8ª fecha del campeonato, el pasado 20 de marzo. Para ese entonces, ya había estado un mes y tres días sin jugar debido a la fractura del quinto dedo del pie derecho. Tras jugar unos pocos minutos contra el 'Granate', unos días después se resintió de la lesión y volvió a quedar al margen.

La posibilidad de ser intervenido quirúrgicamente no lo seducía. Se lo dijo a los dirigentes, al cuerpo médico, a los mellizos, y conjuntamente decidieron que lo mejor era esperar y apostar a que el paso del tiempo ayudara a soldar la fractura. Desde el club de la Ribera hacen fuerza para que llegue a estar en el banco de suplentes si Boca accede a los cuartos de final de la Copa.