Cuando hay amor, hasta los resultados deportivos aparecen. Un claro ejemplo son el croata Rakitic y el portugués Carriço, compañeros en el Sevilla campeón de la Europa League, que celebraron el título con un gran beso al recibir la copa.

Las cámaras captaron el momento amoroso tras los gloriosos penales: parece que los amores de vestuario empiezan a animarse a derribar mitos.