López quiso dejar las polémicas atrás y, en diálogo con Radio Del Plata, ninguneó a su examigo. El flamante delantero del Torino aseguró que no merece gastar energías en el hombre del Inter.

Consultado sobre si se le ocurrió tirarle una dura patada de atrás como Oscar Ruggeri le hizo una vez a José Luis Chilavert, el exRiver se río y aclaró: "No, estaba muy concentrado en el partido. No vale ni la pena hacer eso".

La pregunta que caía de maduro era sobre su particular festejo una vez terminado el partido, donde hizo un gesto obseno. "La situación dio que hablar. Fue producto de la felicidad. Toda mi energía estuvo volcada a festejar con mis compañeros. Tenía amigos en la tribuna y mi gesto en el festejo fue en broma para ellos. Por la situación vivida, todos imaginaron otra cosa", respondió Maxi.

"No vivo la polémica. No le meto un segundo de preocupación. Yo tengo mis valores, mis preocupaciones, mi trabajo, mi vida personal, mis hijos. Al resto, no le doy importancia", agregó al respecto.

Además, habló por primera vez de la ocasión donde le negó el saludo a Icardi en una cancha de fútbol. "Salió así. Fue más un gesto espontáneo de ese momento. Si soy sincero, todo mi tiempo y energía la aboco en tratar de hacer las cosas bien en mi trabajo y mis hijos, que es lo más importante. La mayor parte del tiempo libre trato de dedicárselo a mis hijos", manifestó López.

"Celebré el cumpleaños de Valentino, que decía que no íbamos a ganar. Yo enfoco mi energía en esas cosas. Él es muy futbolero, y decía eso porque la última vez que jugué contra el Inter (con el Chievo Verona) perdimos", contó el ex de Wanda Nara.

Por último, habló de la posibilidad futura de regresar al club donde surgió futbolísticamente. "Para todo jugador que pasó por River, y que ganó títulos, es un sueño volver. Estoy en contacto con Pisculichi, hice una amistad grande con él. Me mantiene al tanto de todo. Cuando River lo quería, le conté todo lo que podía llegar a vivir. Pareciera que River retomó el camino que debiera seguir". ¿Volverá?