Se mostraron distantes y capitaneando grupos distintos mientras compartían plantel en Boca, pero los éxitos de la mano de Carlos Bianchi -el técnico que supo amalgamar esa guerra de egos- disimuló hacia el afuera la mala relación que había entre ellos.

Martín Palermo se jugó un pleno a ganador apoyando decididamente a la fórmula de Andrés Ibarra y Mauricio Macri en las elecciones en el club xeneize .

Para su mala fortuna, Juan Román Riquelme resultó el ganador y una entrevista en La Red, el Titán blanqueó lo que es un secreto a voces: “Mientras esté Riquelme no voy a ser técnico de Boca, tendré que esperar cuatro años más”.