TyC

Los 43 puntos de la temporada 2016/17 que se despidieron de la tabla de los promedios en el inicio de la actual torneo, forman parte del contundente éxodo, junto a Jan Hurtado y Santiago Silva, que padeció y padece Gimnasia. Aquella campaña dirigida por Gustavo Alfaro, y el puesto número 13 entre 30 participantes, significaron oxígeno para los posteriores tiempos de pálidas, que tuvieron la momentánea distracción de llegar a la final de Copa Argentina en 2018, hecho que no alcanzó para sostener en el cargo, al siempre salvador Pedro Troglio. Al que Gimnasia echó por segunda vez en 3 años. 

Para el Lobo, como viene sucediendo en los últimos tiempos, son meses de dificultad. El inevitable descenso de 2011, el cual arrastró serios errores en campeonatos anteriores, entre incorporaciones y cuerpos técnicos, el retorno a primera en 2013 de la mano de Troglio y la casi consagración en el Torneo Final 2014, que culminó siendo de River, fueron los hechos más trascendentales, y quienes se pusieron por delante de la incipiente llama de las deudas y los juicios. 

La asunción de Gabriel Pellegrino como presidente del club, se expresó entre la expectativa y un duro golpe a la realidad: el llamado a una convocatoria de acreedores, el paso previo a una quiebra, como única salida posible. 

Gimnasia cumple con las cuotas del período de concurso puntualmente pero lo que gana por un lado, lo pierde por el otro. La nueva deuda post concursal asciende a 4 millones de dólares. 

La feroz expectativa de socios, hinchas y medios ante el arribo de Diego Maradona como entrenador del primer equipo es el giro más grande para un estado de ánimo que volvió a sumergirse en una crisis profunda. Ahora hay ilusión, solicitudes de ingreso récord y camisetas agotadas. Un espaldarazo tan oportuno como necesario. 

Despedido Pedro Troglio en febrero de este año, el equipo mens sana confió su destino futbolístico en Hernán Darío Ortíz, de serio trabajo en inferiores y quien casi evita la pérdida de la categoría en 2011 sorteando el descenso directo y llevando al equipo a la tercera Promoción consecutiva que luego perdería ante San Martín de San Juan, con Maradona presente en el Bosque para acompañar a Guillermo Barros Schelotto en su último día como futbolista. 

La urgente promoción de juveniles al equipo de primera en los últimos años, y sobre todo en la actual Superliga, fue casi la única opción que tuvo el club para armar sus equipos. En el último partido oficial, ante Argentinos Juniors (0-1), la mitad de los convocados se formó en inferiores. 

Gimnasia es un equipo que perdió potencia ofensiva. Sin goles nadie se salva del descenso y entre Pablo Velázquez y Claudio Spinelli, están tratando de dar la talla. Posee un arquero de nivel como Alexis Martín Arias, la experiencia de Lucas Litch y Brahian Aleman (en su segundo ciclo en el club) y el retorno de Franco Mussis, como cartas de identidad para palear la dificultad de subsistir en primera. 

En el puesto número 24 en la tabla de los promedios, siendo el de menos eficiencia en la sumatoria de dos temporadas y el inicio de la actual, con un punto cada 3 y a 11 del último salvado, Colón de Santa Fe, el Lobo empieza hoy una nueva era en su historia. Era que también empieza Diego Maradona, tal vez en su desafío más difícil en su breve e irregular historia como entrenador. Ya cuenta con su primer paso. Un vendaval de emociones y mega motivación lo está esperando en la mitad de la ciudad de La Plata. Llega a un club marcado por muchos estigmas, serios problemas financieros y un equipo, que ahora con menos presión, intentará salvarse de lo que hasta hace cinco días era un camino de difícil retorno.