Iban 76 minutos de juego, el Barcelona ganaba 3 a 0 y Messi hacía dos minutos acababa de convertir el gol que lo deja a sólo un tanto de alcanzar a Telmo Zarra como máximo anotador en la historia de la Liga Española.

Entonces Luis Enrique pensó que lo mejor era preservar al mejor futbolista del mundo, debido a que venía de jugar para Argentina en la gira por Asia, pero es sabido que Lionel Messi quiere jugar siempre y no le gusta salir.

Ante la pregunta de Luis Enrique sobre una posible sustitución, Messi dijo que no y le dio la espalda al DT caminando para otro sector de la cancha. Finalmente, Lio no salió y Neymar dejó el campo de juego para la entrada de Munir.