Si bien es su segunda lista como entrenador de la Selección argentina, es la primera que tiene su sello y firma por completo (en la anterior les hizo un homenaje a los subcampeones mundiales). Para afrontar la gira asiática, que comprenden los amistosos ante Brasil y Hong Kong el 11 y 14 de octubre, respectivamente, Gerardo Martino asombró con cuatro nombres. Conocelos.

Mateo Musacchio (Villarreal, España).

De 24 años y 1.82m de altura, el exRiver es titular indiscutido y el líder de la defensa del Villlarreal de España, además de ser uno de los mayores referentes del 'Submarino amarillo'. Con pasado en las selecciones juveniles, ya dubutó en la mayor de la mano de Sergio Batista. Dos distinciones que enamoraron a Martino: Musacchio fue elegido dentro de la defensa en el 11 ideal de la Liga española durante el 2013 y el mejor jugador del año de su equipo en la Liga 2013-2014.

Roberto Pereyra (Juventus, Italia).

Junto a Erik Lamela, de lo más destacado en el peor River de la historia que descendió a la B Nacional. Con 25 años es el encargado de elaborar juego en la Juventus de Carlos Tevez, aunque su fuerte está por las bandas: desfachatado, atrevido y punzante. En Italia juega por el centro, otra variante necesaria para cuando las defensas rivales se le cierren al seleccionado subcampeón del mundo. Su pase está tasado en 14 millones de euros.

Santiago Vergini (Sunderland, Inglaterra).

Pilar fundamental en el Newell´s campeón del Tata. Sus 191 centímetros ofrecen garantía en las alturas de las dos áreas. Potente para los cruces y apto para el primer pase cuando el equipo sale desde el fondo, algo que comulga a la perfección la religión de Martino. Con 25 años, hoy juega en el Sunderland de la Premier League inglesa. Una ventaja: el entrenador lo conoce y sabe todo lo que le puede aportar al equipo.

Nahuel Guzmán (Tigres UANL, México).

Hoy en el Tigres de México, pero resulta impsible de olvidar para los futboleros su importancia en el Newell´s de Martino. Al DT lo seduce por su capacidad para utilizar los pies y para oficiar de líbero cuando el equipo sale jugando. Al igual que Vergini, el Tata sabe de sus defectos y virtudes y le dará más de una oportunidad. Sus 28 años invitan a imaginarlo como uno de los convocables para ocupar el arco en el próximo Mundial. Claro, deberá rendir.