Cuando el jugador del Inter y capitán de la selección de Dinamarca, Christian Eriksen cayó en un costado del campo de juego en el final del primer tiempo no todos comprendieron la gravedad de su situación en el primer momento.

Pero viendo que no reaccionaba a los movimientos de los paramédicos sus compañeros comenzaron a hacer gestos que reflejaban la angustia que sufrían lo que dejó en claro que algo grave había sucedido.

Quince minutos minutos demoraron en lograr la reanimación y el mediocampista dejó la cancha en camilla, con los ojos abiertos y rodeado de los médicos y sus compañeros.

Afortunadamente la UEFA comunicó que el jugador se encuentra estabilizado y bajo atención médica en el hospital al que fue ingresado.

El encuentro fue suspendido cuando finalizaba el primer tiempo y Finlandia y Dinamarca empataban 1 a 1.

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