Faltan 136 días para que comience el mundial de fútbol Brasil 2014. Saber qué es lo que está ocurriendo en ese territorio vecino y al que se dirigirán todas las miradas del mundo dentro de unos pocos meses será nuestro objetivo.

Más allá de lo que ocurra en el terreno de juego, como todo sitio que durante 30 días se llenará de inmigrantes esporádicos, nuestro país hermano será un lugar donde se definirán identidades, se apreciarán tendencias y desatarán muchas luchas simbólicas.

Buen ejemplo de esto último fue la designación que desde la FIFA le dieron a Fernanda Lima para que sea la figura femenina que represente a Brasil tanto en la ceremonia del sorteo de grupos para el mundial como para la entrega del Balón de Oro. Si bien hay alegría por parte de los medios más conservadores de Brasil al ver el crecimiento de la imagen de esta modelo (http://f5.folha.uol.com.br/celebridades/2014/01/1397452-atuacao-na-festa-de-gala-coloca-fernanda-lima-como-o-novo-rosto-da-fifa.shtml ), lo cierto es que desde muchos sectores se realizaron duras críticas (que no se aprecian en los medios dominantes del Brasil como O Globo o Folha). Estos argumentan que, tanto en la elección de Lima como en la de su compañero de ceremonia Rodrigo Hilbert, hubo una clara muestra de racismo por parte de la FIFA (http://psilone.wordpress.com/2013/11/25/o-racismo-da-fifa-e-o-silencio-dos-bons/). La máxima entidad de fútbol decidió optar por una pareja de sureños y dejar así sin representación al norte de Brasil. Recordemos que la FIFA tiene varios problemas relacionados con el racismo por resolver como por ejemplo que varios jugadores de prestigio, como el defensor del Manchester City Yaya Touré, han manifestado que no participarán del mundial de Rusia 2018 debido al historial de racismo que aún existe en ese país (http://www.pragmatismopolitico.com.br/2013/10/jogadores-negros-ameacam-boicotar-copa-2018.html).

Uno de los ignorados por la entidad que dirige Joseph Blatter fue Lázaro Ramos, actor muy reconocido en Brasil, hijo del teatro popular y oriundo de Salvador, Bahía. Justamente de allí proviene otra de las luchas populares que ha emprendido el pueblo brasilero ante una corporación que maneja millones de dólares como la FIFA y es que este organismo, unilateralmente, había decidido prohibir el Acarajé, comida típica del norte de Brasil. El Acarajé fue declarado bien cultural de naturaleza inmaterial por el IPHAN (Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional) de ese país, es un alimento que forma parte de la cultura traída de África por miles de esclavos en tiempos de la colonia y que hoy la FIFA estaba en contra de que se pudiese vender tanto dentro como fuera de los estadios debido al interés de las empresas multinacionales que buscan exclusividad con sus productos (http://www.globaltimes.cn/content/742216.shtml).

Finalmente gracias a la presión de la comunidad negra acompañada por la presidenta Dilma Rousseff (http://fernandorodrigues.blogosfera.uol.com.br/2013/04/05/dilma-forca-fifa-a-liberar-o-acaraje-na-copa/), el empresario Blatter, luego de varios meses, cedió y autorizó a que haya puestos de venta de Acarajé entre las tiendas de souvenirs que se encuentran próximas a los estadios.