"El año próximo buscaremos otra chance, sigo con la misma fuerza que el día que me nombraron capitán. Lógicamente, estoy decepcionado y con mucha tristeza porque a nadie le gusta perder, pero no es el final de nada, continuaremos trabajando", explicó el capitán de la formación "albiceleste" en la rueda de prensa final de la serie ante los checos.

El conductor del equipo de Copa Davis salió a desmentir los rumores de un posible alejamiento del cargo que circularon durante toda la jornada en la que Argentina consumó lo que se preveía ayer, que sin Juan Martín Del Potro en el cuarto punto la derrota ante los europeos era casi un hecho.

"Estamos tratando de formar un grupo, a veces cuesta pero para ganar la Davis es necesario. República Checa nos ganó porque jugó mejor y no sufrió obstáculos. Nosotros sí, ya que primero no pudimos contar con David Nalbandian y luego surgió lo de la lesión de Del Potro", se defendió Jaite.

El capitán del equipo, quien asumió la función en enero de este año con Mariano Zabaleta como ayudante en reemplazo del ciclo que comandó Modesto "Tito" Vázquez, también opinó sobre la reprobación que recibió Del Potro departe de un sector del estadio cuando se retiró del estadio, una vez consumada la eliminación argentina.

"No me gustaron los silbidos, Del Potro jugó el viernes y nos dio un punto importante, aunque igualmente el público puede manifestarse como mejor le parece", concluyó Jaite.

El tandilense cosechó una contundente reprobación, matizada por algunos tibios aplausos, cuando se marchaba del court del estadio de Parque Roca, luego de la decisiva derrota de Carlos Berlocq -su reemplazante- ante Tomas Berdych, primera raqueta del equipo europeo.

Del Potro, que se bajó de la serie por una molestia que arrastra en su muñeca izquierda, dejó el estadio con un gesto adusto, acaso provocado por la conciencia del repudio que generó su carencia de espíritu colectivo durante toda la serie con los checos.