En Vila Belmiro, el estadio del Santos es el lugar elegido para que los hinchas y los amantes del fútbol le den la despedida adecuada a Pelé, un ícono en la segunda mitad del siglo veinte.

Gianni Infantino llegó a San Pablo como representante de la FIFA para darle un homenaje institucional y despedirlo como una autentica leyenda del deporte.

Incluso sugirió que su idea es que en todos los países del mundo haya un estadio que lleve su nombre para que las futuras generaciones lo recuerden y tengan presente sus goles y sus jugadas maravillosas.