Gianni Infantino decidió no evadir los cuestionamientos de la prensa europea y enfrentarlos de frente. Por eso salió a minimizar que no se venda alcohol en los estadios: “Pienso personalmente que se puede sobrevivir sin beber cerveza durante tres horas, lo que ya ocurre en Francia, España y en Escocia”.

Luego hizo una defensa de los derechos humanos al declarar que se identifica con los que más los necesitan: “Hoy me siento qatarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento trabajador migrante”.

Y terminó con una fuerte frase sobre la doble vara con que los medios europeos juzgan lo que ocurre en los países fuera de su región: “Por lo que hemos hecho los europeos durante los últimos 3.000 años, deberíamos disculparnos por los próximos 3.000 años antes de dar lecciones morales a otros. Estas lecciones morales son solo hipocresía”.