El jugador del Chapecoense se acercó a Paolo Guerrero, su ex compañero del Flamengo, al final del partido tras el triunfo del Inter por 1 a 0 y le pidió su camiseta.

Como es su costumbre no le pidió un intercambio, sino que se la ceda. Pero el delantero peruano ya le conocía las mañas y delante de todo el estadio le quitó la suya.