La Asociación del Fútbol Argentino confirmó el encuentro desempate que disputarán entre Boca y Vélez el próximo 28 de enero, para conocer quién fue el mejor ubicado de la tabla general, y que por consiguiente ingresará a la fase de grupos de la Copa Liberadores.

Vale recordar que el ‘xeneize’ tiene un lugar asegurado en el repechaje, por su participación en la Copa Sudamericana, mientras que si el ‘Fortín’ pierde se quedará sin certamen, y tendrá que verlo por televisión, y en ese caso, el que ingresaría al desquite sería Estudiantes.

Ante esta determinación, el presidente de Vélez Sarsfield, Raúl Gámez, anunció que el partido tendrá lugar en el estadio mundialista de Mar del Plata, y se mostró enojadísimo con la resolución de la AFA, ya que consideró esta decisión como “un mamarracho”.

"Tuvimos una asamblea en Vélez y había algunos que querían jugar; si hay que jugar, estaremos preparados”, manifestó el titular del club de Liniers desde el edificio de la AFA, y disparó: “Pero se acordaron tarde en todo caso, hicieron un mamarracho y siento que no hubo justicia".

Anteriormente, Gámez se había mostrado en contra de disputar este duelo desempate debido a que no era lo establecido por el reglamento. De todos modos, y aunque había deslizado que su equipo no sería de la partida, el presidente se presentó a la reunión junto al titular de la AFA, Luis Segura, y al vicepresidente de Boca, Juan Carlos Crespi.

En la reunión, los dirigentes acordaron la fecha del partido y el escenario, y además, el presidente de Vélez pidió la renuncia del asesor letrado de AFA, Mario Schmoismann, por asegurar que no fue imparcial con las dos partes involucradas.