River jugará la final del máximo certamen continental tras 19 años sin la presencia de su director técnico en cancha. Marcelo Gallardo vivirá una final particular, ya que estará privado de estar al borde de la línea de cal, apoyando a sus jugadores.

"Cambia (no estar), pero va a estar gente que está capacitada y en confianza para estar en el campo de juego. Igualmente voy a estar, nadie me va a impedir estar. Es mentira que no voy a estar en la charla. Nadie tiene derecho a obligarme a no estar dentro del vestuario", dijo con tono desafiante en la conferencia de prensa de este lunes.

¿A quién fue dirigido el mensaje? A los dirigentes de la Conmebol, quienes le dieron una sanción deportiva y económica, y le prohibieron tener todo tipo de contacto con sus jugadores este miércoles en el Monumental.

"Yo considero que fui mal expulsado, pero tengo que tratar de mantener la calma. Porque si ahora no puedo protestar un fallo, como hay miles que se protestan y no pasa nada, me pareció exagerado. Y no dije nada, me la banqué, y ahora voy a tener que estar afuera y tampoco voy a hablar de los árbitros", añadió el 'Muñeco'.

En la previa de la primera final, Gallardo no opinó ni presionó al paraguayo Antonio Arias –quien lo expulsó injustamente–, ni ahora hizo lo mismo con el uruguayo Darío Ubriaco.

En cuanto al partido en sí, el DT advirtió que la revancha no será nada sencilla: "El partido va a ser duro, difícil. Tigres es un buen equipo. Tal vez venga en una posición en la cual no quieran asumir el protagonismo porque saben que jugamos en nuestra casa. Acá nos tenemos que hacer más fuertes que en México. Seguramente será así".

"No es la primera vez que vamos a jugar una final, entonces las ansiedades existen y no es malo que eso suceda. Ese cosquilleo de estar en un torneo tan decisivo es una cosa normal. Después obviamente ante la postura de tener que ganar un partido con nuestra gente, en nuestra cancha, pero no le escapamos a eso porque tiene que ser algo natural", analizó el técnico 'millonario', a la espera de jugar ante Tigres.

Por último, Gallardo contó las sensaciones que le generan a él y a su equipo estar en la antesala de un partido histórico. "Las ansiedades existen y no es malo que suceda. Ese cosquilleo de tener que estar ante una posibilidad en un partido decisivo son cosas normales que pasan y está bueno que así sea", cerró.